Never There

Ha pasado casi una semana, si mas de una semana para poder hacerme tiempo de escribir todo lo que acontecio. No escribi quizas porque no queria que se acabe este periodo tan rico, tan lleno, tan sensorial….he sido realmente bombardeado de sensaciones.

Creo que este año nuevo se pinto de colores desde un inicio, no necesariamente por cosas concretas, sucesos que contar a mis hijos o por oportunidades de esas que se dan una o dos veces en la vida, no eso no. Por el contrario se llenaron de pequeños momentos sin sentido y a veces sin razón. Para hablar de lo que se viniera de momento, sin un deseo o estrategia especifica; hacerlas porque nacen hacerlas.

La llegada de gente de un pasado lejano siempre fue para mi reencuentro, amistad y cariño. Esta vez fue algo extrañísimo, sentía una necesidad de disfrutar de estas personas. Quería realmente sacarles el jugo. No entendía esas gansa locas de estar el máximo de tiempo con ellos, de no tener descaro de tirarme plata como si fuera a ganar el otro mes una cantidad similar. Nada me importo. Solo “disfrutar”.

¿Por qué lo disfrute? Esa fue la pregunta con la que he estado jodido estos días. No tenia momentos tan felices desde hacia mucho tiempo atrás. Y además ese tipo de satisfacciones, totalmente ajenas a mi. La juerga para mi nunca fue un motivo de felicidad. Siempre fue un buen lubricante para la vida simplemente.

Casi 26 días que quise perder el control de mi, olvidarme de responsabilidades, de respeto, de toda una vida de buen comportamiento (digamos que entre comillas). Las deje realmente de VACACIONES. Deje todo de vacaciones (vamos, no todo tampoco, yo y mis compromisos). Pero tuve realmente constante de momentos de felicidad. Creo saber mejor en donde radica mi felicidad o lo que, pragmáticamente, pude sentir como momento de sonrisas constantes. Primero, si música rica: necesito mis oídos libres y llenos a la vez. Segundo, compañía de verdad: Personas que no necesitare que piensen en mi sino que SE que lo harán si compran algo, si falta plata, si se van todos…ellos no se olvidaran de uno, ni uno de ellos. Y tercero, experiencias viejas y nuevas, que tenga mucho que contar, que pueda explayarme sin sentirme egocéntrico, ni saber que ya aburrí, sino que cada cosa que digo es importante.

Libertad reflejada en un reencuentro que tiene de viejo y que lo hace añejo por el sabor de esta experiencia. Me han dado galones de energía, de riqueza, de sonrisas, de experiencias que no olvidare. Se que no es un adiós y menos que no los volveré a ver pero me han dejado tanto o mas que todos esos años que estuvieron aquí.

Ahora no temo ser yo mismo, con esta nueva faceta. La vida puede que me tenga miedo, la enfrento como dominas a una nueva mascota (jajaj que gracioso, nunca he tenido una) con cariño pero conchudo hasta el tuétano. Se que ahora si NADIE me detendrá.

Este es MI año.